¿Quién despilfarra más, los estados o la Federación? Ante la falta de
transparencia en el gasto público de entidades, municipios y del gobierno
federal en detrimento de los bolsillos de los mexicanos, las cifras se
robustecen, motivadas por los tiempos electorales
Isela Serrano y Juan Manuel Coronel
En sólo once años, la deuda de los 32 estados de
la República mexicana aumentó 200 por ciento. Pasó de 100 mil millones de
pesos, en el año 2000, a 390 mil millones en 2011. Lo anterior representa un
incremento anual de 24 por ciento, de acuerdo con la Secretaría de Hacienda y
Crédito Público (SHCP).
En el reporte de la deuda estatal del año pasado, la dependencia federal
detalló que el monto de las obligaciones financieras que contrajeron las
entidades equivale a casi 80 por ciento de sus ingresos; en casos como el
estado de Coahuila, gobernado por los hermanos Moreira, la situación fue
crítica ya que la deuda se elevó en 304 por ciento. Eso significa que la entidad
gobernada por el PRI adquirió una deuda que equivale a tres veces más a los
ingresos que recibió de la Federación durante 2011.
Las entidades que rebasaron al 100 por ciento
sus participaciones federales fueron Quintana
Roo, que alcanzó una deuda superior al 204 por ciento de sus ingresos; seguidos
de Nuevo León, con 116 por ciento; Chihuahua con 118 por ciento y Nayarit con
112 por ciento. Michoacán, Sonora, Distrito Federal y Veracruz se ubicaron en
el filo del 100 por ciento de deuda como proporción de sus ingresos.
En 2011, el mayor incremento de empréstitos comprometidos fue para
Zacatecas, donde el endeudamiento creció 443 por ciento con respecto al 2010.
La Secretaría de Hacienda advierte que pese a
que este aumento no representa un riesgo para el país; estados como Zacatecas,
gobernado por el priísta Miguel Alonso Reyes, carecen de capital para pagar a
sus proveedores, incluso adolecen de presupuesto para liquidar la segunda parte
del aguinaldo de su personal.
En el reporte de la SHCP, los estados más
endeudados son el Distrito Federal, con 56 mil 232 millones de pesos; seguido
por Nuevo León, con 38 mil 590 millones de pesos y el estado de México, con 38
mil 195 millones de pesos.
Después se ubicó Coahuila, con 36 mil 509 millones de pesos; Veracruz,
con 27 mil 938 millones de pesos y Jalisco, con 24 mil 309 millones de pesos.
¿Qué hacer con los sobreendeudados? En entrevista con
este semanario, el gobernador de Durango, el priista Jorge Herrera considera
que ante este panorama se requiere emprender “una gran reforma fiscal y
hacendaria que implicaría un cambio en la ley fiscal”.
“Tenemos que hacer un cambio a fondo para poder
hablar de esta situación, de otra forma no se estaría concretando nada en la
materia de rendición de cuentas y topes de gasto de los estados. Esta reforma
urge”, manifesta.
Al respecto, el gobernador de Chihuahua, César
Duarte, se pronuncia por transparentar los recursos de la Federación a fin de
agotar el debate sobre los topes de endeudamiento en los estados.
Cuestionado por las declaraciones del gobierno federal
de que los estados son “gastalones”,
indica: “ese discurso sólo confronta. Las instituciones están hechas
para resolver, no para enfrentar. Si hay actos concretos, que se ventilen. Si
el problema fuera en un punto, seguramente ya lo hubiéramos resulto todo. Cada
quien tenemos que enfrentar en el ámbito de responsabilidad lo que nos toca y
en Chihuahua lo estamos haciendo”.
Y es que, mientras el gobierno federal denuncia el sobreendeudamiento de
las entidades, el Partido Revolucionario Institucional responde que la presión
a las finanzas del país no radica en la deuda de los estados, sino en el
excesivo gasto del gobierno federal.
El año pasado, por ejemplo, el entonces presidente nacional del PRI,
Humberto Moreira, quien se encuentra en el ojo del huracán por la deuda que
contrajo su entidad en tiempos de su administración, aseguraba que la deuda de
los estados representaba sólo 0.72 por ciento de la deuda federal y 1.2 por
ciento del presupuesto que se ejerce cada año.
Insistía en que, de acuerdo con cifras oficiales, de 2006 a 2010 aumentó
el gasto corriente del gobierno federal por un monto de 307 mil millones de
pesos. Además, los dirigentes priístas argumentaron que aun cuando disminuyen
los recursos para estados, se les confieren a éstos mayores responsabilidades.
Moreira sostenía que existía una deuda del gobierno federal por 5
billones de pesos.
El partido asegura que la deuda de los estados correspondía a 1.2 por
ciento del Presupuesto anual de la Federación; además, aseveraba que el
tricolor había aumentado desde 2006, el gasto corriente del gobierno federal en
términos reales de 30 por ciento.
Gastos
“faraónicos”. En la danza de los millones que zapatean
alcaldes, gobernadores y la Federación, la ciudadanía baila descalza.
El aspirante presidencial de la izquierda en
México, Andrés Manuel López Obrador, ha calificado de faraónico el gasto del
gobierno federal. “El presupuesto nacional es de 3 billones 500 mil millones,
eso prueba que no vivimos en un país verdaderamente democrático. La mayoría del
país no sabe de cuánto es el presupuesto nacional, si viviéramos en un país
democrático lo sabríamos”.
A principios de año, la precandidata a la Presidencia
de la República por el PAN, Josefina Vázquez Mota, manifestó la necesidad de
crear iniciativas que vigilaran el manejo de los recursos y el endeudamiento de
los estados, toda vez que “los malos gobiernos endeudan a los propios
ciudadanos y sus destinos”.
Su postura: "mientras no tengamos un marco
legislativo mucho más sólido, lo que estamos generando es una preocupación
genuina con niveles de endeudamiento en donde no se sabe quién hará el
compromiso de pagarlos".
Hasta el momento, Enrique Peña Nieto no se
ha pronunciado al respecto, aunque el diputado de Acción Nacional, Carlos
Madrazo Limón, ha insistido que la deuda
pública del gobierno del estado y municipios que dejó el ex gobernador mexiquense, asciende
a 75 mil 382 millones 621.9 pesos.
Son tiempos electorales, de descalificación,
exhibición y derroche. Por el momento, el reproche presidencial ante la poca
transparencia de los gobernadores no ha cesado.
En su visita a Quintana Roo el 12 de enero, el
presidente Felipe Calderón prometió una indagatoria sobre el paradero de los
recursos federales que se destinan a los programas sociales en la entidad,
luego de ser increpado por una pobladora de Felipe Carrillo Puerto que le
recriminó los malos manejos en el Seguro Popular.
Entre más se acerca el proceso electoral, más es
la atención del gobierno federal sobre el destino que hacen los gobiernos de
los estados a los recursos de los programas sociales. Con anterioridad había
lanzado señalamientos a Hidalgo y Puebla, para que los programas sociales como
el Seguro Popular, Oportunidades y Procampo se utilicen con “absoluta
transparencia y sin fines políticos”.
El pasado 18 de enero, el presidente recalcó al
gobernador del estado de México, Eruviel Ávila cuando anunció la ampliación del Programa 70 y más a las
ciudades. En aquel evento en Naucalpan, aseguró que “estará muy atento a que
este apoyo se dé sin ningún tipo de sesgo o de manipulación política
partidista, de ningún partido político (sic)”.
La guerra de descalificaciones y señalamientos apenas comienza. Las
deudas seguirán acumulando dígitos, los gastos continuarán siendo onerosos y
ofensivos para un país en vías de desarrollo. Porque los gobiernos locales,
estatales y federales, continuarán despilfarrando, incluso en medio de la
crisis económica, mientras no se transparente a cabalidad el gasto público y se
imponga un freno al apetito voraz de la impunidad.
ÁTICO: Gobiernos locales, estatales y federales continuarán
despilfarrando, incluso en medio de la crisis económica, mientras no se
transparente a cabalidad el gasto público y se imponga un freno al apetito
voraz de la impunidad.
APUNTE: Para el investigador del Instituto de
Investigaciones Jurídicas de la UNAM, Miguel Carbonell, en el rubro de transparencia
y rendición de cuentas, los estados y municipios suelen declararse seguidores;
sin embargo, “casi nadie se atreve darle contenidos concretos. Cuanto más
evanescente y hueco sea el término, más maleable resultará para quienes quieren
beneficiarse política o mediáticamente con su utilización”.
En la mira…
Por el momento, la Fiscalía General del Estado de Coahuila dio a conocer
que se dictó orden de aprehensión en contra de Héctor Javier Villarreal
Hernández, a quien se le dictó el auto de formal prisión desde el pasado 31 de
octubre por el presunto delito de Uso de Documentos Falsos y Equiparado al
Fraude por Simulación de Actos Jurídicos, en la contratación de manera
irregular de créditos con los Bancos del Bajío y Banco Santander por más de 3
mil millones de pesos, lo cual consta en el expediente 762011. La PGR informó
que la INTERPOL emitió ficha roja contra Villarreal y cuatro ex funcionarios
más.
Los más “gastalones”
PRD: Marcelo Ebrard, jefe de gobierno del Distrito Federal: 56 mil 232
millones de pesos
PRI: Rodrigo Medina de la Cruz, gobernador de Nuevo León: 38 mil 590
millones de pesos
PRI: Rubén Ignacio Moreira Valdez, gobernador de Coahuila: 36 mil 509
millones de pesos
PRI: Eruviel Ávila Villegas, gobernador del estado de México: 38 mil 195 millones de
pesos
PRI: Javier Duarte de Ochoa, gobernador de Veracruz: 27 mil 938 millones
de pesos
PAN: Emilio
González Márquez gobernador de Jalisco: 24 mil 309 millones de pesos
APUNTE: 82 % de los ingresos de los gobiernos
estatales provienen de transferencias y participaciones federales.
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