Patricia Sánchez Carrillo
Qué tal amigos y amigas, ¿cómo les va?, es un placer estar nuevamente con
ustedes, quiero que sepan que lo disfruto mucho, sobre todo cuando recibo sus comentarios
en relación a los temas que platico, se los agradezco.
Como decía mi abuela “para qué tanto brinco estando el suelo tan parejo”,
y esto viene a colación por todos los dimes y diretes en torno a la Ley
Electoral Federal, que suprime los tiempos y formas de campañas políticas de todos
los candidatos de los partidos que buscan puestos de elección popular para los
próximos comicios electorales, a celebrarse el 1° de julio de 2012.
Lo anterior lo hago de manifiesto en virtud de que en dicha reforma de
Ley fueron escuchadas todas las fracciones parlamentarias de los partidos
políticos en las instancias legislativas correspondientes, o sea, esto no es
algo nuevo o desconocido por los actores como tampoco para los medios de
comunicación.
Lo que me hace recordar otro dicho de la abuela, cuando mencionaba “¡no
me salgan ahora con que a Chuchita la bolsearon, a lo hecho pecho!”. Lo
importante de este momento es que todos respetemos las reglas del juego y
cumplamos a cabalidad, con el marco jurídico que regula las campañas políticas;
ése es el punto toral en el que debe centrarse la verdadera atención de las
autoridades electorales, quienes deberán tener, eso si, toda la disposición y
voluntad para hacer respetar esos parámetros de la Ley, obviamente actuando
como el arbitro imparcial y eficiente que la sociedad demanda, para garantizar
a una verdadera democracia.
Desde mi particular punto de vista, considero adecuada y justa esta
disposición legal, ya que es necesaria para la población en general, ésta
requiere de un descanso de tanta propaganda política, de discursos huecos, acusaciones, reproches etc, entre los contendientes. Se
hace necesario que se bajen del escenario los candidatos propuestos, quitarles
las luminarias y los micrófonos, esto incluso es en beneficio de ellos mismos,
pues les dará la oportunidad que junto con su equipo de campaña puedan
redefinir o cambiar estrategias, así como realizar una autocritica y una
valoración de dónde se encuentran
ubicados, cuando se dé el banderazo de salida del último tramo
hacia tan anhelado sueño.
Es justo porque las reglas se aplican para todos, esto es: ¡nadie se
encuentra en desventaja!, y aquellos que pretendan aprovecharse de algunas de
las imprecisiones de la Ley tendrán que ser sancionados enérgicamente por el árbitro
de la contienda.
El ser una mujer política no me hace perder mi rol de ciudadana, por el
contrario tengo muy presente ese papel y
puedo, con toda autoridad decir, que estas seis semanas en las cuales descansaremos
de tantos discursos y lejanas promesas de los candidatos, será muy bromista y
representará un verdadero relax; y si ha esto le agregamos que con ello se
podrán ahorrar y dejar de gastar varios cientos de millones de pesos, considero
adecuado este pequeño tiempo, llamado de intercampañas. Tengamos
presente que somos un país al que le cuesta mucho dinero sus procesos políticos,
cosa con la que que yo nunca he estado de acuerdo pero ése será otro tema que
ocupará estos espacios, así que bienvenido este merecido descanso que necesitamos
todos, ¿no creen?, y ojo mucho ojo, no se vale hacer trampas, ya basta de
tramposos.
Hasta la próxima, soy su amiga Patricia Sánchez Carrillo
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