lunes, 20 de febrero de 2012

Cancún, un destino con turquesa, pero sin verde


En medio de tanta agua, Cancún carece de áreas verdes de calidad para sus habitantes, que han sido excluidos en los planes de desarrollo urbano de esta ciudad metrópoli que está a punto de cumplir 38 años y ya enfrenta los problemas de ciudades milenarias.

Hugo David Pérez

Alejado de las bellas playas y el mar color turquesa, el centro de Cancún, una ciudad que sobrepasa los 600 mil habitantes, solo ofrece 3.5 metros de espacio verde por habitante, lejos de los 15 metros recomendados por la Organización Mundial de la Salud (OMS). Basta realizar una vista aérea de la ciudad (con las facilidades que ofrece internet) para constatar la falta de áreas destinadas tanto para la recreación como para el deporte. Aunque en las colonias se contabilizan poco más de 280 parques, no todos reciben mantenimiento, equipamiento, o están  lo suficientemente cerca de todos los habitantes.


En la zona Centro, con el llamado Ombligo Verde prácticamente destruido y en proceso de reforestación, solo el Parque Kabah sobrevive como el último vestigio de lo que fuera una gran selva y donde los cancunenses todavía pueden correr y tomar aire limpio. El lugar está diseñado con una pista de dos kilómetros, debidamente señalizada, barda perimetral y espacio para estacionamiento. De hecho, el éxito es que lo maneja un patronato que vigila su funcionamiento y sus números.

Pero en general, en Cancún los espacios verdes son pequeños y mal trazados: a veces hay en el centro de las colonias, otros en una esquina, o simplemente no existen. Abundan los pequeños jardines y los terrenos baldíos, pero ni uno ni otro son suficientes para el enorme crecimiento que ha tenido este polo turístico de nivel mundial.

La OMS considera imprescindibles los espacios verdes urbanos para el bienestar físico y emocional de los habitantes, siendo los parámetros recomendados que las  urbes dispongan como óptimo 15 metros cuadrados de área verde por habitante y, como mínimo, nueve metros cuadrados distribuidos equitativamente en relación a la densidad de población.

Este organismo señala que la importancia de estos espacios, bien distribuidos y de un tamaño proporcional a la ciudad, afecta en la salud, la economía y la educación, pues sin áreas verdes ni árboles que den sombra y refresquen el ambiente, la sensación de calor aumenta. Los rayos solares se intensifican y se refractan, ocasionando insolaciones, sueño y pesadez.

Lamentablemente, en muchos fraccionamientos antiguos de Cancún las áreas verdes brillan por su ausencia. Y es que no solo se trata de tener pequeños jardines o árboles en cada esquina, se trata de construir verdaderos espacios de recreación y deporte, sobre todo, en un centro turístico en donde todas las actividades de esparcimiento son bastante caras.

Sin embargo, las viviendas y fraccionamientos ubicados en colonias populares del municipio, forman un cuadro semidesértico, lleno de polvo y carente de árboles; muchas de las zonas deportivas en su mayoría se encuentran descuidadas, sin arreglar y se han vuelto en basureros clandestinos o centros de reunión de pandillas.

Estudios de la Dirección de Ecología del Municipio de Benito Juárez, cuya cabecera es Cancún, señalan la necesidad de  incrementar la cantidad de metros cuadrados de áreas verdes por habitante, ya que actualmente tiene un promedio de 3.5 metros cuadrados por cada uno.

La ex directora de Ecología municipal, Graciela Saldaña  bregó en su momento en rescatar los parques públicos y jardines, pues debido al crecimiento exponencial que tuvo Cancún, la ciudad cuenta con un déficit de 50 por ciento de áreas verdes por habitante.

Tanta es la necesidad de espacios públicos que, como parte de sus compromisos de campaña, el gobierno municipal del perredista Julián Ricalde abanderó la idea de la creación de parques y jardines en las zonas irregulares, el cuidado del medio ambiente, así como acabar con los basureros clandestinos. Sin embargo, el arquitecto, Carlos Constandse, responsabilizó al gobierno municipal de frenar el proyecto Ecopark, que daría una enorme bocanada de aire fresco a Cancún, al estar ubicado en un lugar privilegiado, frente a la laguna Nichupté.

Por su parte, el gobierno estatal implementó el programa Rescate de Espacios Públicos en Cancún, orquestado por la Secretaria de Desarrollo Social del Estado con apoyo del gobierno federal y con el cual se rehabilitaron apenas ocho el año pasado, y en 2012 se planean entregar cinco más. Un pequeño esfuerzo frente a la gran carencia de espacios lúdicos y deportivos.

Eslabones de corrupción. El director de Desarrollo Urbano del municipio de Benito Juárez, Humberto Aguilera, señala que es decisión del Ayuntamiento la creación de escuelas, parques, iglesias y demás mobiliario urbano, de acuerdo a las gestiones que hagan las direcciones del Cabildo, apoyadas en las peticiones de la ciudadanía.

“Los ciudadanos vienen y plantean sus necesidades, y ya con base al terreno, el presupuesto y los planes de desarrollo municipales, se ve la posibilidad de realizarlos”, señala Aguilera al reconocer que la ley es muy laxa al respecto y existe mucha discrecionalidad a la hora de interpretarla. Refiere que lo que se usa es que los fraccionadores tienen la obligación de entregar un área de 5 mil metros cuadrados como mínimo por cada mil casas que se construyan como medida para prever las posibles necesidades de la población de cada centro habitacional.

El proceso para poder equipar un parque, darle mantenimiento o simplemente planear un proyecto es muy lento, pues tienen que esperar a que el terreno se municipalice; mientras, el encargado de los servicios y la manutención de las áreas comunes es el fraccionador, que en raras ocasiones se encarga de eso. “Muy pocos lo hacen, al final es un negocio”, admite el director.

Una vez iniciados los tramites de municipalización (las constructoras deben entregar el fraccionamiento con todos los servicios, tanto de iluminación, drenaje, así como señalizaciones y calles con ciertas características), el Ayuntamiento recibe el expediente, lo analiza y poco a poco va checando la viabilidad de hacerse cargo.

Según cifras de la Dirección de Ecología y Desarrollo Urbano, desde el 2000 a septiembre de 2011, existen 200 fraccionamientos registrados en Benito Juárez, de éstos, 15 por ciento están municipalizados, 30 por ciento en proceso y 55 por ciento están atrasados debido a rezagos en trámites de construcción o porque les falta complementar algún documento.

“Hay muchas veces que el fraccionamiento tardó tanto en ser municipalizado, o el proceso fue detenido, que cuando se inicia la verificación resulta que ya se encuentra en malas condiciones, con calles deplorables, sin iluminación, ahí el Ayuntamiento le pide al fraccionador que se haga cargo de esos detalles, pues así no se le puede recibir”, señala Aguilera.

En el caso de las áreas verdes, a cada desarrollador se le pide que entregue un terreno que deberá equipar para la recreación o el deporte; sin embargo, no hay un reglamento que señale de qué forma debe ser el terreno donado o que características tiene que cumplir el mobiliario donado.

“No existe un reglamento que indique cómo debe ser un parque o un jardín”, señala el encargado de desarrollo urbano de la Comuna, y aclara que esto trajo problemas con muchos fraccionamientos construidos en el pasado. “Muchos hacían la donación del terreno y aunque cumplía la extensión, no servía prácticamente para nada, pues estaba mal diseñado”.

Un recorrido por las supermanzanas del municipio permite apreciar que, así como hay parques diseñados de tal forma que el entorno y su equipamiento permitan la sana convivencia y la recreación, hay áreas verdes prácticamente convertidas en auténticos basureros.

“Me ha tocado ver extensiones de áreas verdes donde es imposible construir algo, es muy bonito como se ven, pero a veces ni árboles se pueden colocar, no hay formas de equiparlas”, argumenta Aguilera y sostiene que las nuevas disposiciones planean evitar estos vicios. Uno de estos casos es el fraccionamiento Santa Fe, con rectángulos de áreas verdes no propicios para el desarrollo de deportes. Es por eso que ahora, dice el funcionario, cuando un fraccionador está construyendo, se le pide el proyecto de su área de donación, se planteen la extensión, el equipamiento y que cumpla la función, si será de convivencia, de juegos o deportiva.

Ya no hay espacio para nada más. El director del Deporte de Benito Juárez, Miguel Moreno, explica que en el primer cuadro de la ciudad es casi imposible pensar en nuevos espacios verdes o espacios deportivos, dado que la gente ha ido abandonando esta zona y, sobre todo, por la mala planeación de los espacios.

El director añade que no hay la infraestructura de calidad para sacar adelante los parques con los que cuenta el municipio, hay espacios en las colonias pero las instalaciones son pésimas. “El Programa de Rescate de Espacios Públicos es muy importante, pero sólo cumple con la función de rehabilitar terrenos baldíos y volverlos aptos para la convivencia familiar”.

El verdadero problema dentro de la ciudad, señala Moreno, es la falta de terrenos para crear grandes proyectos para la recreación o el deporte en el centro de la ciudad. “Los terrenos que fueron municipales, que alguna vez pudieron haber sido espacios para construir una infraestructura importantes, ya no los tenemos”.

Especifica que el terreno más grande que encontraron durante la administración, es de 5 mil metros cuadrados y está en la región 220; otra área de mayores dimensiones está ubicada a la salida a Mérida.

Indica Moreno que el municipio ya no cuenta con terrenos de grandes extensiones, requisito principal que exige la federación para atraer recursos. “Tenemos que trabajar con lo que tenemos, mejorar las condiciones de las aéreas que ya existen, pero aún así hay mucho trabajo”.

Asimismo, lamenta que tal medida esté impidiendo que se puedan gestar grandes proyectos en el primer cuadro de la ciudad, pues es conocido que el centro de alto rendimiento que se construirá en Cancún (en un predio cercano al bulevar Colosio, en la zona de las universidades, a la entrada de este destino turístico) estará alejado de la zona urbana. “No era un espacio en el que tuviera acceso rápido la mayoría de la población, la mayoría de la gente vive de la López Portillo para la derecha, ahí está la mayor parte de la población, no es para popularizar el deporte es para tener ahí a los talentos deportivos que nos puedan representar en competencia de alto nivel”.

A pesar de que el primer cuadro de la ciudad hace mucho tiempo quedo rebasado, el  encargado del deporte municipal se muestra optimista. “Mucha gente se ha ido del centro por eso, y en las regiones muchas veces no fueron bien planeadas y no dejaron espacios amplios para la práctica del deporte”, expresa.

Sin embargo, reconoce que hay regiones como las 100 donde se encuentran unidades deportivas de buena calidad. “La 200 tienen algunos, pero es limitado. Ahí, si en su momento, cuando se consoliden los fraccionamientos que se están desarrollando y hagan sus donaciones, que por ley tienen que hacerle al municipio, entonces ahí tendremos áreas importantes para poder hacer proyectos grandes”.

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