En medio de tanta agua, Cancún carece de
áreas verdes de calidad para sus habitantes, que han sido excluidos en los
planes de desarrollo urbano de esta ciudad metrópoli que está a punto de
cumplir 38 años y ya enfrenta los problemas de ciudades milenarias.
Hugo David Pérez
Alejado de las bellas playas y el mar
color turquesa, el centro de Cancún, una ciudad que sobrepasa los 600 mil
habitantes, solo ofrece 3.5 metros de espacio verde por habitante, lejos de los
15 metros recomendados por la Organización
Mundial de la Salud (OMS). Basta realizar una vista aérea de la ciudad
(con las facilidades que ofrece internet) para constatar la falta de áreas destinadas
tanto para la recreación como para el deporte. Aunque en las colonias se
contabilizan poco más de 280 parques, no todos reciben mantenimiento,
equipamiento, o están lo suficientemente
cerca de todos los habitantes.
En la zona Centro, con el llamado
Ombligo Verde prácticamente destruido y en proceso de reforestación, solo el Parque
Kabah sobrevive como el último vestigio de lo que fuera una gran selva y donde
los cancunenses todavía pueden correr y tomar aire limpio. El lugar está
diseñado con una pista de dos kilómetros, debidamente señalizada, barda
perimetral y espacio para estacionamiento. De hecho, el éxito es que lo maneja
un patronato que vigila su funcionamiento y sus números.
Pero en general, en Cancún los espacios
verdes son pequeños y mal trazados: a veces hay en el centro de las colonias,
otros en una esquina, o simplemente no existen. Abundan los pequeños jardines y
los terrenos baldíos, pero ni uno ni otro son suficientes para el enorme
crecimiento que ha tenido este polo turístico de nivel mundial.
La OMS considera imprescindibles los espacios verdes urbanos
para el bienestar físico y emocional de los habitantes, siendo los parámetros
recomendados que las urbes dispongan como óptimo 15 metros cuadrados de área verde por
habitante y, como mínimo, nueve metros cuadrados distribuidos equitativamente en relación a la densidad de
población.
Este organismo señala que la importancia
de estos espacios, bien distribuidos y de un tamaño proporcional a la ciudad,
afecta en la salud, la economía y la educación, pues sin áreas verdes ni
árboles que den sombra y refresquen el ambiente, la sensación de calor aumenta.
Los rayos solares se intensifican y se refractan, ocasionando insolaciones,
sueño y pesadez.
Lamentablemente, en muchos
fraccionamientos antiguos de Cancún las áreas verdes brillan por su ausencia. Y
es que no solo se trata de tener pequeños jardines o árboles en cada esquina,
se trata de construir verdaderos espacios de recreación y deporte, sobre todo,
en un centro turístico en donde todas las actividades de esparcimiento son
bastante caras.
Sin embargo, las viviendas y fraccionamientos
ubicados en colonias populares del municipio, forman un cuadro semidesértico,
lleno de polvo y carente de árboles; muchas de las zonas deportivas en su
mayoría se encuentran descuidadas, sin arreglar y se han vuelto en basureros
clandestinos o centros de reunión de pandillas.
Estudios de la Dirección de Ecología del
Municipio de Benito Juárez, cuya cabecera es Cancún, señalan la necesidad de incrementar la
cantidad de metros cuadrados de áreas verdes por habitante, ya que actualmente
tiene un promedio de 3.5 metros cuadrados por cada uno.
La ex directora de
Ecología municipal, Graciela Saldaña
bregó en su momento en rescatar los parques públicos y jardines, pues
debido al crecimiento exponencial que tuvo Cancún, la ciudad cuenta con un
déficit de 50 por ciento de áreas verdes por habitante.
Tanta es la necesidad de espacios
públicos que, como parte de sus compromisos de campaña, el gobierno municipal
del perredista Julián Ricalde abanderó la idea de la creación de parques y
jardines en las zonas irregulares, el cuidado del medio ambiente, así como
acabar con los basureros clandestinos. Sin embargo, el arquitecto, Carlos
Constandse, responsabilizó al gobierno municipal de frenar el proyecto Ecopark,
que daría una enorme bocanada de aire fresco a Cancún, al estar ubicado en un lugar
privilegiado, frente a la laguna Nichupté.
Por su parte, el gobierno estatal
implementó el programa Rescate de Espacios Públicos en Cancún, orquestado por
la Secretaria de Desarrollo Social del Estado con apoyo del gobierno federal y
con el cual se rehabilitaron apenas ocho el año pasado, y en 2012 se planean
entregar cinco más. Un pequeño esfuerzo frente a la gran carencia de espacios
lúdicos y deportivos.
Eslabones
de corrupción. El director de Desarrollo Urbano del
municipio de Benito Juárez, Humberto Aguilera, señala que es decisión del Ayuntamiento
la creación de escuelas, parques, iglesias y demás mobiliario urbano, de
acuerdo a las gestiones que hagan las direcciones del Cabildo, apoyadas en las
peticiones de la ciudadanía.
“Los ciudadanos vienen y plantean sus
necesidades, y ya con base al terreno, el presupuesto y los planes de
desarrollo municipales, se ve la posibilidad de realizarlos”, señala Aguilera
al reconocer que la ley es muy laxa al respecto y existe mucha discrecionalidad
a la hora de interpretarla. Refiere que lo que se usa es que los fraccionadores
tienen la obligación de entregar un área de 5 mil metros cuadrados como mínimo
por cada mil casas que se construyan como medida para prever las posibles
necesidades de la población de cada centro habitacional.
El proceso para poder equipar un parque,
darle mantenimiento o simplemente planear un proyecto es muy lento, pues tienen
que esperar a que el terreno se municipalice; mientras, el encargado de los
servicios y la manutención de las áreas comunes es el fraccionador, que en raras
ocasiones se encarga de eso. “Muy pocos lo hacen, al final es un negocio”,
admite el director.
Una vez iniciados los tramites de
municipalización (las constructoras deben entregar el fraccionamiento con todos
los servicios, tanto de iluminación, drenaje, así como señalizaciones y calles
con ciertas características), el Ayuntamiento recibe el expediente, lo analiza
y poco a poco va checando la viabilidad de hacerse cargo.
Según cifras de la Dirección de Ecología
y Desarrollo Urbano, desde el 2000 a septiembre de 2011, existen 200
fraccionamientos registrados en Benito Juárez, de éstos, 15 por ciento están
municipalizados, 30 por ciento en proceso y 55 por ciento están atrasados
debido a rezagos en trámites de construcción o porque les falta complementar
algún documento.
“Hay muchas veces que el fraccionamiento
tardó tanto en ser municipalizado, o el proceso fue detenido, que cuando se
inicia la verificación resulta que ya se encuentra en malas condiciones, con
calles deplorables, sin iluminación, ahí el Ayuntamiento le pide al
fraccionador que se haga cargo de esos detalles, pues así no se le puede
recibir”, señala Aguilera.
En el caso de las áreas verdes, a cada
desarrollador se le pide que entregue un terreno que deberá equipar para la
recreación o el deporte; sin embargo, no hay un reglamento que señale de qué
forma debe ser el terreno donado o que características tiene que cumplir el
mobiliario donado.
“No existe un reglamento que indique
cómo debe ser un parque o un jardín”, señala el encargado de desarrollo urbano
de la Comuna, y aclara que esto trajo problemas con muchos fraccionamientos
construidos en el pasado. “Muchos hacían la donación del terreno y aunque
cumplía la extensión, no servía prácticamente para nada, pues estaba mal
diseñado”.
Un recorrido por las supermanzanas del
municipio permite apreciar que, así como hay parques diseñados de tal forma que
el entorno y su equipamiento permitan la sana convivencia y la recreación, hay
áreas verdes prácticamente convertidas en auténticos basureros.
“Me ha tocado ver extensiones de áreas
verdes donde es imposible construir algo, es muy bonito como se ven, pero a
veces ni árboles se pueden colocar, no hay formas de equiparlas”, argumenta
Aguilera y sostiene que las nuevas disposiciones planean evitar estos vicios.
Uno de estos casos es el fraccionamiento Santa Fe, con rectángulos de áreas
verdes no propicios para el desarrollo de deportes. Es por eso que ahora, dice
el funcionario, cuando un fraccionador está construyendo, se le pide el
proyecto de su área de donación, se planteen la extensión, el equipamiento y
que cumpla la función, si será de convivencia, de juegos o deportiva.
Ya
no hay espacio para nada más. El director del Deporte de
Benito Juárez, Miguel Moreno, explica que en el primer cuadro de la
ciudad es casi imposible pensar en nuevos espacios verdes o espacios
deportivos, dado que la gente ha ido abandonando esta zona y, sobre todo, por
la mala planeación de los espacios.
El director añade que no hay la
infraestructura de calidad para sacar adelante los parques con los que cuenta
el municipio, hay espacios en las colonias pero las instalaciones son pésimas.
“El Programa de Rescate de Espacios Públicos es muy importante, pero sólo cumple
con la función de rehabilitar terrenos baldíos y volverlos aptos para la
convivencia familiar”.
El verdadero problema dentro de la
ciudad, señala Moreno, es la falta de terrenos para crear grandes proyectos
para la recreación o el deporte en el centro de la ciudad. “Los terrenos que
fueron municipales, que alguna vez pudieron haber sido espacios para construir
una infraestructura importantes, ya no los tenemos”.
Especifica que el terreno más grande que
encontraron durante la administración, es de 5 mil metros cuadrados y está en
la región 220; otra área de mayores dimensiones está ubicada a la salida a
Mérida.
Indica Moreno que el municipio ya no
cuenta con terrenos de grandes extensiones, requisito principal que exige la federación
para atraer recursos. “Tenemos que trabajar con lo que tenemos, mejorar las
condiciones de las aéreas que ya existen, pero aún así hay mucho trabajo”.
Asimismo, lamenta que tal medida esté
impidiendo que se puedan gestar grandes proyectos en el primer cuadro de la
ciudad, pues es conocido que el centro de alto rendimiento que se construirá en
Cancún (en un predio cercano al bulevar Colosio, en la zona de las universidades,
a la entrada de este destino turístico) estará alejado de la zona urbana. “No
era un espacio en el que tuviera acceso rápido la mayoría de la población, la
mayoría de la gente vive de la López Portillo para la derecha, ahí está la
mayor parte de la población, no es para popularizar el deporte es para tener
ahí a los talentos deportivos que nos puedan representar en competencia de alto
nivel”.
A pesar de que el primer cuadro de la
ciudad hace mucho tiempo quedo rebasado, el
encargado del deporte municipal se muestra optimista. “Mucha gente se ha
ido del centro por eso, y en las regiones muchas veces no fueron bien planeadas
y no dejaron espacios amplios para la práctica del deporte”, expresa.
Sin embargo, reconoce que hay regiones
como las 100 donde se encuentran unidades deportivas de buena calidad. “La 200
tienen algunos, pero es limitado. Ahí, si en su momento, cuando se consoliden
los fraccionamientos que se están desarrollando y hagan sus donaciones, que por
ley tienen que hacerle al municipio, entonces ahí tendremos áreas importantes
para poder hacer proyectos grandes”.
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